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Una Gestión efectiva

Una-Gestión-Efectiva

El cambio en la gestión,
hace la diferencia entre una escuela efectiva y otra que no lo es.

El reto de asumir cargos directivos en los últimos 30 años, ha significado admitir la necesidad de aprender y reaprender acerca de lo que es una escuela efectiva.

 

Puedo asegurar que, las y los directores somos actores clave para el buen funcionamiento de las instituciones educativas y nuestras decisiones impactan en el proceso de enseñanza aprendizaje, por eso es necesario conocer más acerca de nuestro rol. 

 

Una escuela efectiva es una escuela donde todas las niñas y niños aprenden, éste es el propósito final de toda institución educativa enfocada en los aprendizajes y cuyo directora o director ha desarrollado habilidades específicas relacionadas con su liderazgo enfocándose en gestionar todos los aspectos relacionados con la mejora la calidad de la enseñanza, brindando lo necesario para hacer que los aprendizajes sucedan en las aulas. Citando a Geoff Southworth, “Los directores líderes, hacen una gran diferencia sobre el éxito de sus escuelas”.

Y ¿Qué significa ser un director que decide asumir el rol de líder pedagógico en su institución? Significa, asegurar la calidad de la enseñanza. Para lograrlo, nos toca, entre otras tareas, dedicar tiempo efectivo en planificar y evaluar el currículo, invertir esfuerzo en seleccionar recursos y estrategias para crear aprendizajes duraderos, asegurar ambientes ordenados y estéticamente bien dispuestos, establecer metas y expectativas comunes, pero, sobre todo, promover y ser parte del desarrollo y aprendizaje de las maestras y maestros.

 

Cuando tomamos la decisión de ser líderes pedagógicos, gestionamos la mejora de la enseñanza y el aprendizaje, asumiendo el compromiso de:

  • Modelar con nuestro ejemplo en todo momento, conscientes que mejorar y aprender son aspectos esenciales de nuestro desarrollo personal y profesional.
  • Observar para saber qué sucede en las aulas, qué y cómo están aprendiendo los estudiantes y qué tan bien están enseñando las maestras y maestros. Esto significa agudizar nuestro interés por lo que ocurre dentro de nuestra institución, usar datos y evidencias para tomar decisiones y registrar las buenas prácticas.
  • Dialogar a partir de la reflexión sobre la enseñanza de las maestras/os y el aprendizaje de las y los estudiantes, crear conocimiento, preguntarse sobre el propio quehacer pedagógico y mantener una actitud de escucha activa centrada en lo relevante: los aprendizajes duraderos.

 

Luego de lo afirmado, y reflexionando acerca de cómo acompañar mejor la formación de maestras/os, puedo asegurar que el líder pedagógico, en su rol de director, garantizará una escuela efectiva solo si la maestra y el maestro quiere mejorar, es receptivo, abierto a nuevas ideas y estrategias, tiene curiosidad por los hallazgos más recientes y decide reflexionar sobre su ejercicio pedagógico siendo parte de una comunidad que aprende. De no ser así, todo esfuerzo de quien gestiona no se verá reflejado en el aprendizaje de las y los estudiantes.

 

Creo firmemente que es posible generar un cambio en la mentalidad de directores y maestras/os, creo en la pasión de todos los involucrados de una institución educativa (Auxiliares, personal administrativo, psicóloga, maestras, madres y padres de familia), y creo en la vocación y pasión de quienes lideran las aulas, maestras/os que deciden seguir aprendiendo para enseñar mejor y asegurar que todos sus estudiantes aprendan. Esforcémonos por ser una escuela efectiva.

 

Ana María Trujillo Amorós

Director y Promotora del Jardín La Merced

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